lunes, 3 de junio de 2013

Memorias de un Bachiller

16 de Agosto del 2010

         Que mejor recuerdo que el primer día de clases en preparatoria, era una mañana calurosa y con demasiada humedad, tanto así que hasta mi cabello largo y lacio se me esponjó, la escuela se miraba llena de zonas verdes y personas extraviadas y desorientadas ya que muchos de nosotros nunca habíamos puesto un solo pie en COBACH. Al poco tiempo me doy cuenta de que horario y que salón me había tocado, fue el 107, en donde conocí a esta muchacha Daniela Mendoza quien fue mi primera amiga por parte de la preparatoria, quien es una mujer muy bonita, carismática de ojos bonitos y una persona de muy buen agrado que al poco tiempo llego a ser parte las personas mas valiosas en mis amistades.




Junio del 2011
            Para principios de mes nos tocó recrear la obra “Las enaguas coloradas”, en el cual salí como actor principal. Éramos 4 equipos formados por 11 participantes cada uno, en donde mi equipo resultó ganador como la mejor actuación por equipo ganando 1 punto extra en Taller de lectura y redacción II, clase impartida por la profesora María Elva López Zazueta.




17 de Noviembre del 2012
            Un rally más a la cuenta, esta vez sólo  fue llevado acabo por integrantes de la para escolar de natación tanto del turno matutino como del vespertino, en donde formamos equipos de 10 integrantes mixtos (5 hombres y 5 mujeres) realizando actividades como danzas en equipo, cantos a duetos o solistas. La ultima actividad designada por nuestro maestro Rubén Cañas, fue la de “Body paint” el cual era pintar nuestro cuerpo entero de un tema aleatorio, donde a mi equipo le toco la selva y me tuvieron que pintar completamente de cebra, mientras que a mi compañera Dalia Agundez de tigre. Al finalizar y contar todos los puntos sumados mi equipo termino en tercer lugar.




Jueves 7 de Marzo del 2013
            Mi foto mas reciente con mis amigos del salón 603, donde he conocido gente muy buena como Gerson Ruiz y Juan Remedios, posando en estilo “Cholo” para el baúl de los recuerdos.



Por: Alan Hernández

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